Todo comenzó en 1967 gracias a la intuición de un joven empresario que comenzó a construir plantas y equipos para el tratamiento del cuero.
Así, una pequeña realidad empresarial nació en 1993, debido a la falta de herederos, se vendió a un grupo de socios que ya operaban en los sectores mecánico y de curtiduría.
La producción se centra principalmente en pistolas automáticas de pulverización, que están diseñadas, producidas y ensambladas dentro de la empresa, a partir de materiales 100% certificados en Italia.